A parte del rotundo fracaso de este blog como una forma para encontrar consejo de otros hombres homosexuales que viviesen experiencias similares a las mías, dejé de escribir por mucho tiempo porque me quedé sin buen material.
Después de todas las calamidades que viví a finales del 2013 y la larga etapa de auto destrucción en gran parte del 2014 cambió por completo mi forma de actuar y de ver la vida. Pero no fue un cambio instantáneo como habría querido. Cuando el periodista me dejó me convertí... no, más bien dejé salir a la reina del drama que ya habitaba dentro de mí y eso fue lo que me destruyó.
La reina del drama no conocía otro tema a parte de lo miserable que era. Hizo muchas cosas estúpidas que sé que yo jamás habría hecho pero en ese instante no tenía mente ni voluntad propia. Toda acción me llevaba al drama y la estupidez. Y en esos momentos me parecía que actuaba de la forma más lógica e inteligente.
Tuve un par de novios "salvavidas" en ese periodo de duelo. Durante el tiempo que estuve con ellos no dejaba de intentar convencerme de que los amaba aunque bien sabía que no era así y que lo único que buscaba era consuelo con los hombres más parecidos posibles al que me había dejado.
Fue bastante cruel lo que le hice a aquellos. Pienso que durante ese tiempo debí encerrarme y no dejar que nadie se me acercara de ninguna forma porque era una máquina de destrucción. Todo lo destruía con mis dramas y mis malos modos.
Pasó el tiempo y se me acabó el drama. Aprendí que a la gente no necesariamente le tiene que importar mi vida y dejé atrás algunas cosas. Decidí que la reina tenía que morir y la encerré para siempre. Aunque, a pesar de todos mis intentos de olvidar el pasado, una intensa culpa y vacío me quitan el sueño y hacen que me pregunte dónde estará aquél que alguna vez me amó y al que destruí con mis vicios.
Hoy, 18 de enero de 2015 a las 3:50 am, continuo escribiendo esto como un experimento. Me reto a mí mismo a no abrir este blog por todo un año o más. Si para entonces sigo vivo quiero comparar esta vida con la vida futura y así poder darme cuenta si en realidad he mejorado o empeorado. A pesar de la carga de culpa que llevo todo el tiempo conmigo las cosas parecen mejorar. El futuro brillante que muchos esperan de mí aún parece, más que distante, una ilusión pero tengo esperanza.
Es muy probable que esta sea la última entrada que publique en este blog. Desde ahora me dedicaré a escribir cosas más ajenas a mi vida personal. Pero no puedo esperar para que pase el tiempo y al fin me atreva a leer esto una vez más. Te deseo lo mejor, yo del futuro. Espero que finalmente hayas olvidado y ya no te haga falta resucitar a la Reina del Drama.